Los geranios son una de las plantas más populares en el jardín. Y es que sus bondades no son pocas: de preciosos y llamativos colores, antimosquitos y ¡fáciles de cuidar! Será todavía más sencillo hacerlo si las ubicas en el exterior, ya que les encanta la luz.
Desde Floristería Alba en Ferrol hemos elaborado esta breve guía para que sepas exactamente cómo cuidar tus geranios. Nos centraremos en tres puntos fundamentales: la luz necesaria, el riesgo y el abono. Verás lo agradecida que es esta planta de tan hermosa floración estival. ¡Comenzamos!
Los geranios necesitan mucha luz
Y si es directa, mejor que mejor. Les encanta recibir mucha luz a lo largo del día y, al menos, que durante un par de horas la luz incida de manera directa sobre la planta. Así que, ya sea a pleno sol o en zonas parcialmente sombreadas según la hora del día, los geranios lucirán fantásticos.
Aprende a regar los geranios
En el riego generalmente es donde reside la clave del éxito de sus cuidados. Normalmente, la muerte de nuestras plantas se debe a un exceso de riego, un mal del que pecamos a menudo. Para cuidar los geranios es importante que nos abuses del agua. Observa el sustrato, introduce un dedo en la tierra y comprueba de este modo su nivel de humedad. Siempre que se mantenga ligeramente húmedo sabrás que el geranio cuenta ya con el riego que necesita. Si te has excedido a la hora de regalarlo, retira el agua sobrante de la base de la planta, recogida en un plato, para evitar la putrefacción de las raíces.
El mejor abono para tus geranios
Llegamos al tercer pilar en el cuidado de tus plantas: el abono. Lo primero que tienes que tener en cuenta es que la planta ha de tener el espacio suficiente para desarrollarse. Lo ideal es que situemos los geranios en macetas de unos 30 o 40 centímetros.
Además de dotar a cada planta de un holgado recipiente, es importante también saber cuándo es la mejor época del año para realizar el abono. Nuestra recomendación es que lo hagas en primavera o en verano.
Puedes decidir si vas a emplear un abono sólido o líquido. De manera general, existen dos tipos de abonos: orgánicos y fertilizantes. Los orgánicos, a partir de elementos naturales como el humus, el guano, el estiércol, el compost o el abono verde, nutren en profundidad la planta. Para aplicarlo añade un puñado por cada planta, mezclando con la tierra. ¡Y listo!
Cuando hablamos de fertilizantes ya nos estamos refiriendo a abonos químicos que se emplean con el fin de reproducir los geranios. Para cada planta está recomendado utilizar un único fertilizante. En el mercado existen fertilizantes específicos para los geranios, nuestra recomendación desde Floristería Alba.